Ventajas de disponer de una ducha higiénica en tu baño
Todavía son muchas las personas que desconocen lo que es una ducha higiénica. Por eso, desde Clever queremos explicarte lo que es y cuáles son sus ventajas. Con la misma función que un bidé pero sin sus inconvenientes, es una pieza que puede aportarnos mucha comodidad en el baño.
En qué consiste una ducha higiénica
Una ducha higiénica es una manguera como la que utilizamos para ducharnos que va conectada a un grifo. ¿Y qué tiene de particular este sistema? Pues que va instalado junto a la taza del váter y es en esta donde lo vamos a utilizar.
Si haces memoria, o quizás no tanta porque todavía hoy se encuentran en muchas viviendas, es muy posible que crecieras viendo bidés en los baños. En la actualidad, esta pieza ha ido quedando en desuso, bien por la comodidad de los platos de ducha o bien por la falta de esta en los bidés.
Dicen que o los amas o los odias, pero lo que está claro es que ya no son imprescindibles en un cuarto de baño. Puesto que hoy en día se apuesta por el espacio y por la practicidad, la ducha higiénica es un sistema perfecto que se adapta a todas las necesidades.
Si no queremos perder la ventaja que nos permite lavarnos sin necesidad de entrar en la ducha, la ducha higiénica es la mejor solución. No obstante, con ella ganamos una serie de ventajas que no nos aportaba el tradicional bidé.
Ventajas de la ducha higiénica
Dado que una ducha higiénica es una pieza que no estamos aún acostumbrados a ver en los baños, hemos querido compartir todas sus ventajas. Por su gran funcionalidad, puede llegar a sernos muy útil.
Ganamos espacio
Aunque su uso ha descendido, hay a quienes no desean prescindir del bidé. Sin embargo, salvo que se trate de un piso antiguo o que hayamos elegido el diseño, lo más común es que las viviendas actuales no cuenten con él.
Para ganar en espacio, esta pieza de baño ha ido desapareciendo. Pero gracias a la ducha higiénica, podemos seguir disfrutando de la amplitud en esta estancia al tiempo que volvemos a beneficiarnos de la utilidad del bidé. Del mismo modo, para quienes lo usan pero necesitan prescindir de él para ampliar el baño, la ducha higiénica es la solución perfecta.
Con su instalación al lado del váter, podemos lavarnos con comodidad. Si no nos importa que el agua salga fría, existen algunos modelos que van conectados directamente a la cisterna. La ventaja de estos es que no requieren instalación de ningún tipo. Si por el contrario preferimos poder regular la temperatura, con un montaje sencillo, podemos adquirir una ducha higiénica empotrable.
Posibilidad de regular la temperatura y el caudal
La tecnología va ganando terreno y ha llegado también a la ducha higiénica. Con la instalación empotrable, podemos disfrutar de un grifo monomando que nos permite regular tanto la temperatura como la presión del agua. Todo ello no solo desde el propio grifo sino también, para mayor comodidad, desde el flexo con el mango de la ducha.
Si disponemos de poco tiempo y necesitamos asearnos, la ducha higiénica nos será de ayuda. Bastará con que coloquemos una toalla cerca del váter y ya estará todo listo para mejorar nuestro aseo personal.
Instalación sencilla y económica
Como decíamos anteriormente, otra de las ventajas de la ducha higiénica es su instalación. Aunque los modelos empotrables necesitan ser instalados para poder anclarlos a la pared y conectarlos con las tuberías, el montaje es bastante sencillo y rápido.
Por tanto, su instalación es económica, igual que el propio precio de la ducha higiénica. Una pieza de larga duración que en Grifería Clever cuenta con una garantía de cinco años.
Comodidad en el uso
Por último, la ducha higiénica se caracteriza por su gran comodidad. Por ello, no solo puede instalarse en una vivienda como complemento, sino que puede ser la solución para el aseo de aquellas personas de edad avanzada y/o con dificultades de movilidad. Además de hogares, es ideal en residencias de mayores y hospitales.