¿Cómo afecta la calidad del agua a los grifos y cómo prevenir posibles problemas?
Tanto el paso del tiempo como el propio uso van desgastando las piezas de grifería. Sin embargo, la calidad del agua es un factor determinante para la vida útil de aquellas, ya que cuanto mayor es la cantidad de cal que circula, mayor también el número de problemas que pueden aparecer. ¿Sabes cómo prevenirlos?
Las diferencias en la calidad del agua
Aunque siempre aprendimos eso de que el agua es incolora, inodora e insípida, lo cierto es que sí encontramos diferencias en su sabor. El agua embotellada varía de una marca a otra, y también lo hace el agua del grifo de una ciudad a otra. ¿A qué se debe esta diferencia tan notable?
El motivo es muy sencillo, y es principalmente lo que se conoce como la dureza del agua. En algunas localidades, la calidad del agua es mucho más alta y, por lo tanto, el sabor resulta también más agradable. Por el contrario, en otros lugares el agua pueden llegar a ser imbebible.
Esta dureza del agua viene marcada por la concentración de minerales con la que cuenta. Y es especial del carbonato cálcico, que es la tan temida cal. En base a aquella, se distingue entre aguas blancas, aguas medias, aguas duras y aguas muy duras. A mayor dureza, mayor cantidad de miligramos por litro.
La problemática con la calidad del agua va más allá de una mera cuestión de sabor. Y es que aunque las aguas duras resulten poco agradables, su principal inconveniente es que pueden causar obstrucciones y otras averías allá por donde circulan.
No solo el rendimiento de los electrodomésticos se ve afectado, sino que la vida útil de estos se ve reducida. De igual modo, las tuberías por las que discurre y la grifería a través de cual la obtenemos, también se obstruyen con el transcurso del tiempo.
Cómo nos afecta la calidad del agua
Como hemos venido diciendo, los problemas que pueden aparecer como consecuencia de una baja calidad del agua son variados. La elevada concentración de minerales no solo afecta a los conductos, sino también a nosotros mismos.
Ingerir este tipo de agua puede causar dolencias estomacales en personas sensibles. Además, el contacto de manera continua con ella, termina ocasionando sequedad en la piel y en el cabello, así como irritación. En casos extremos, la baja calidad del agua puede hacer que aparezca también dermatitis.
Por otra parte, la baja calidad del agua hace que la cal se acumule en las tuberías. A medida que aumenta, el diámetro de aquellas se va reduciendo progresivamente. La consecuencia visible es una reducción de la presión en los grifos. Además de aumentar el consumo de agua, nos impide realizar actividades como ducharnos con facilidad.
Por último, la cal también termina dañando la grifería. A medida que el agua circula, las partículas se van depositando en el aireador y termina obstaculizándose también la salida del agua. En su parte externa, también aparecerán más manchas que afectarán a la estética de los grifos.
La prevención de la cal
Si vivimos en una zona en la que la calidad del agua es baja, debemos saber que no todo está perdido. Existen diferentes métodos para combatir la cal, aunque también es cierto que si llegamos a un punto muy avanzado, lo más recomendable es contactar con un fontanero profesional. No obstante, como método preventivo nos puede funcionar durante bastante tiempo.
Lo ideal para evitar posibles problemas debido a la calidad del agua es utilizar un desatascante y descalcificador con regularidad. Podemos utilizar remedios naturales como el bicarbonato o el vinagre. Si mezclamos una cucharada de aquel con un vaso de vinagre del blanco, dos de agua y un poquito de lejía habremos creado también una potente mezcla que desincrustará la cal acumulada.
Además del mantenimiento regular, es importante elegir piezas de grifería que sean de la más alta calidad. De este modo, nos aseguraremos en cierta medida de que los grifos están preparados para resistir el paso de la cal sin verse afectados de manera inmediata. Aún así, debemos limpiar la cal con regularidad, ya que el problema es de la calidad del agua.
Si optamos por piezas que no han superado estrictos controles, estaremos ahorrando dinero en un primer momento. Sin embargo, al medio plazo comenzaremos a notar que no hemos realizado una buena inversión. El daño que la cal habrá ocasionado, nos obligará a renovar la grifería.