Ducha higiénica o bidet: soluciones higiénicas

El bidet, aunque es una pieza del baño que puede llegar a ser muy práctica, cuenta con tantos seguidores como detractores. Puesto que en la actualidad la amplitud del espacio es uno de los aspectos más valorados en esta estancia, hoy en día podemos encontrar en el mercado la llamada ducha higiénica. Un elemento que cumple la misma función que el bidet pero sin sus inconvenientes. ¿Habías oído hablar de ella?

Qué es la ducha higiénica

La ducha higiénica, también conocida como grifo higiénico o ducha de bidé, es un sistema que se asemeja al de una ducha, de ahí su nombre, pero con la particularidad de que va empotrada en la pared y se sitúa junto al inodoro. De este modo, se obtienen todos los beneficios que aporta un bidet, pero con el consecuente ahorro en el espacio al instalarse en vertical.

Consiste concretamente en una ducha de pequeño tamaño, es decir, cuenta con un teléfono  y un flexo, y en se incluye un botón que permite el control de la salida del agua. Con este sistema, se facilita la movilidad y puede dirigirse el flujo del agua en la dirección deseada.

Algunos modelos, como veremos más adelante, disponen también de un regulador de la temperatura, así como de un control para el caudal del agua. Por otra parte, al ser una pieza más grifería, las variedades en cuanto al diseño son bastante amplias.

Aunque en otras culturas su uso es muy corriente y constituye una alternativa al papel higiénico, en nuestra sociedad es aún poco conocida. Por norma general, ha sido utilizada en las residencias, hospitales y viviendas para personas con movilidad reducida. Sin embargo, hoy su uso se ha extendido y es posible encontrarla en cualquier hogar. La ducha higiénica es una alternativa de gran discreción que se integra perfectamente en cualquier estilo de baño.

Ventajas de la ducha higiénica

Si estás valorando la opción de instalar una ducha higiénica para poder prescindir así del bidet y aprovechar el espacio que queda disponible, a continuación te dejamos las ventajas que ofrece este sistema.

Fácil instalación

Como hemos indicado, la ducha higiénica suele ir empotrada en la pared, aunque también existen algunos modelos que pueden aprovechar directamente el agua de la cisterna. Eso sí, el inconveniente de esta opción es que la temperatura del agua será siempre fría. Bastaría con cambiar la pieza de unión de la llave de paso del inodoro con el latiguillo y colocar una de doble salida, de forma que pueda llevarse agua tanto al váter como a la ducha.

La otra alternativa, que es la más utilizada, es la de instalarla directamente en la tubería. Puesto que esta opción se ve afectada por el revestimiento de la pared, es recomendable hacerlo cuando se decide reformar el cuarto de baño. Por lo tanto, si además de prescindir del bidet, quieres modificar la estética de esta estancia, te recomendamos aprovechar e instalar también la ducha higiénica.

Mayor espacio

La ventaja más destacada de la ducha higiénica es que no ocupa espacio. Al ir colocada en la pared, es posible prescindir de una pieza tan aparatosa como es el bidet, pero sin renunciar a la funcionalidad de este.

Tanto si nuestro cuarto de baño es de pocas dimensiones como si buscamos una estética más moderna y minimalista, esta alternativa nos da la oportunidad de utilizar todo el espacio a nuestro antojo.

Mejora de la higiene

El bidet permite ampliar las necesidades higiénicas en momentos puntuales, así como representar una alternativa al papel. La ducha higiénica no solo cumple también con estos propósitos, sino que además no es necesario cambiar de asiento para hacer uso de ella.

Por otra parte, además de la higiene personal, la ducha higiénica es ideal para la limpieza en profundidad de la taza del váter. Al poder direccionar la salida del agua y que esta salga con una presión elevada, se facilita la eliminación de la suciedad más incrustada o aquella de difícil acceso.

Opciones disponibles en el mercado

La ducha higiénica consta de un mezclador, en el caso de que optemos por la instalación en pared a la tubería, o de una válvula si preferimos aprovechar el agua de la propia cisterna. Conectado a estos irá el flexo y finalmente el rociador, que será el mando de control de la salida del agua.

Dentro de las duchas higiénicas más sencillas, en Grifería Clever disponemos del modelo Shataff Camel, con una forma alargada, o el Oasis, si se busca un modelo más compacto. Ambos cuentan con dos salidas de agua. Otra opción es el modelo Shataff Sahara, que viene con el soporte integrado. En todas ellas, la salida del rociador es fría.

Para quienes opten por la ducha higiénica empotrada con regulación de la temperatura, el modelo Shattaf Touareg ofrece un diseño sencillo y elegante con un acabado en cromado. Además del control de la temperatura, permite también regular el caudal de agua.

Una novedad para este año es el modelo Toubkal, que además del acabado en cromado, está disponible en negro. El rociador que acompaña este modelo incluye el sistema ABS. Gracias al pulsador que llevan incorporado en la misma cabeza, resulta sencillo controlar la salida del agua con una sola mano y activarlo con el pulgar en un movimiento natural.

Otra alternativa es un rociador de mayor tamaño, como la ducha higiénica ABS Sahel. En este, el botón de control se encuentra en su parte inferior, de manera que puede activarse al mismo tiempo que se sujeta con una mano.

La ducha higiénica es un sistema novedoso que presenta múltiples ventajas, y que además de responder a las necesidades de higiene, carece de los inconvenientes que acompañan al tradicional bidet. Puedes consultar nuestro catálogo y contactar con nosotros si necesitas más información.

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