Cómo escoger el grifo de ducha perfecto | Tipos y consejos
La elección del grifo de ducha ideal para un hogar puede ir acompañado de múltiples dudas. Además de las cuestiones estéticas, en la actualidad la tecnología ha permitido mejoras en las prestaciones, enfocadas en una mayor durabilidad y en el ahorro de agua. En este artículo, te damos las claves para encontrar el grifo perfecto.
Qué tipos de grifos de ducha hay
Antes de elegir un grifo de ducha para el hogar, es importante conocer cuáles son todas las opciones disponibles en el mercado. De este modo, nuestra elección será más acertada. Y así podremos asegurar que elegimos aquel que mejor se ajusta a nuestras necesidades y expectativas.
Los tipos de grifos para la ducha que puedes encontrar son:
Monomando
Los grifos de ducha monomando son el modelo que ha imperado en los últimos años. En lugar de contar con dos llaves como los antiguos, disponen de una única maneta que al cambiar de posición abre o cierra el agua caliente para regular la temperatura.
Además, cuando se mueve de arriba a abajo, se logra modificar también la salida del caudal de agua. Resultan muy prácticos porque con un solo toque pueden cerrarse para ahorrar agua. La variedad de modelos existentes es prácticamente infinita.
Bimando
Se trata de un grifo de ducha que consta de dos llaves; una para el agua caliente y otra para el agua fría. Ambas se mezclan y el agua se obtiene por una única salida. Estos modelos suelen elegirse intencionadamente cuando se busca una estética antigua o vintage, ya que sus prestaciones no son las mejores.
Al contar con dos llaves, hay que regular ambas manualmente para encontrar la temperatura deseada, y esto puede resultar complejo. Además, tal y como sucede en los anteriores, la apertura de otro grifo en la vivienda hará que aquella se vea modificada.
Termostáticos
Los grifos de ducha termostáticos cuentan, como los anteriores, con dos mandos. Sin embargo, no corresponden al agua caliente y fría, sino que uno se encarga de ajustar la temperatura y el otro de regular el caudal de agua.
Son los más funcionales de todos, aunque la instalación debe realizarse correctamente y la calidad del grifo ser la adecuada. De lo contrario, podemos arriesgarnos a que al seleccionar la temperatura, esta no se ajuste con la indicada.
Su ventaja principal es que la temperatura se mantiene estable durante toda el baño, y además no se ve modificada por la apertura de otro grifo dentro de la misma vivienda. Por lo tanto, son perfectos en aquellos hogares con niños o personas vulnerables que pueden quemarse con facilidad. El control del caudal de agua permite también el ahorro de agua.
Hidromasaje
Por último, los grifos de ducha de hidromasaje son aquellos que incluyen chorros para esta finalidad. Cuentan con varias salidas de agua en dirección horizontal, además de la tradicional alcachofa, que suele ir fija en la parte alta.
Trucos para elegir el grifo de ducha adecuado
Ahora que ya tenemos claro cuáles son todos los tipos de grifos de ducha que podemos encontrar, será más fácil decantarnos por uno en particular. Se trata de tener claras cuáles son nuestras preferencias y la finalidad del grifo.
Es decir, si la prioridad es una estética retro o vintage, los bimando serán los adecuados; si queremos algo sencillo pero práctico, los monomandos tradicionales serán nuestra elección, y si deseamos centrarnos en el confort y el ahorro, los termostáticos son los que se ajustan mejor a ello.
Pero si aún no te decides por un modelo, vamos a dejarte algunos consejos para que te resulte más sencillo hacerlo.
Ahorro de agua que ofrece
El nivel de ahorro que un grifo de ducha nos ofrece es una cuestión que no podemos pasar por alto. Hoy en día, el agua es un bien muy escaso y la situación medioambiental requiere de nuestra atención.
Además de poner en práctica hábitos que nos permitan ahorrar agua, la propia grifería debe venir preparada para ello. No solo el planeta notará la diferencia, sino también nuestro bolsillo. Cuanto mayor sea el ahorro que busques, mayor atención tendrás que poner en las prestaciones ofrecidas.
Calidad y garantía
Aunque todos los grifos puedan parecernos iguales, lo cierto es que no es así. La calidad de su estructura, los materiales utilizados y los acabados inciden directamente en el tiempo de vida de cada pieza, así como en su capacidad para soportar el desgaste por el propio uso y la acción de la cal.
Por este motivo, es interesante apostar por aquella grifería que ofrece al menos dos años de garantía. Y cuyo proceso de fabricación implica los controles necesarios para asegurar que se ajustan como mínimo a los estándares del mercado.
Plato de ducha o bañera
Otro aspecto a tener en cuenta a la hora de elegir un grifo de ducha es dónde irá colocado. ¿Dispones de un plato de ducha? ¿O por el contrario se trata de una bañera? En los primeros, la grifería va anclada en la pared, mientras que en las bañeras, es posible disponer también de un caño que sale directamente del suelo.
Por otra parte, la altura será diferente, ya que en un plato de ducha estaremos de pie y la maneta deberá quedar cercana a la mano. Mientras que en las bañeras, los mandos quedan colocados a una altura inferior.
Revisa el estado de tus tuberías
Por último, antes de elegir tu grifería para la ducha, te aconsejamos que revises el estado en el que se encuentran las tuberías. Si se trata de una instalación antigua, quizás sea conveniente modificarla también. De hacerlo, tus posibilidades se amplían, ya que puedes cambiar también la estructura de toda la estancia.