Desinfección y esterilización en el baño: técnicas para una limpieza correcta
La desinfección y esterilización de un baño es una práctica imprescindible para una correcta higiene. Pero en tiempos de pandemia, es aún más importante si queremos protegernos de una infección. Tanto, que desde el propio Ministerio de Sanidad se han establecido unas pautas para que esta estancia se mantenga en buenas condiciones el máximo tiempo posible. Aquí te dejamos lo que necesitas saber para ponerlas en práctica.
Pautas para una correcta desinfección y esterilización del baño
El baño es, junto a la cocina, una de las estancias de una vivienda en la que hay un mayor riesgo de contraer alguna infección. Tanto en los fregaderos y utensilios que se utilizan para lavar como en los cubos de basura, los lavabos y, por supuesto, los inodoros, los gérmenes y bacterias proliferan a sus anchas sin que seamos conscientes de ellos.
Es en tiempos de pandemia cuando nos volvemos conscientes de los riesgos que podemos correr. Y para la protección de las personas más vulnerables, qué mejor que poner en práctica estos sencillos consejos para la desinfección y esterilización de baños por el bien de todos.
El polvo lo primero
Si se desea que la desinfección y esterilización del baño sea la adecuada, antes de proceder a utilizar los productos específicos es necesario eliminar el polvo y toda la suciedad superficial que pueda encontrarse. Es especialmente importante en las piezas del mobiliario, ya que al no estar en contacto con el agua, como sería el caso del lavabo, el polvo tiende a acumularse más en estas zonas. Para esta tarea, puede emplearse un trapo y los productos que normalmente se usan para ello. Se trata únicamente de dejar la superficie preparada para ser desinfectada.
La limpieza debe ser diaria
Aunque no es necesario limpiar todo el baño al completo cada día, sí que se deben desinfectar aquellas superficies con las que el contacto sea mayor. Es el caso de los pomos de las puertas, los grifos o los interruptores.
Puesto que cada vivienda es un mundo, se recomienda verificar cuáles son aquellas piezas que más se tocan y tenerlas en cuenta a la hora de hacer la limpieza. Para ello, se utilizará un paño con agua y jabón, que una vez terminada la sesión habrá que lavar a máquina a 60º. De lo contrario, no se eliminarían los gérmenes y podríamos exponernos a una posible contaminación.
El inodoro por separado
No cabe duda de que el inodoro es la pieza de equipamiento que más suciedad y gérmenes acumula. Por ello, la desinfección y esterilización debe hacerse por separado. Es decir, que el trapo y la esponja que utilicemos no servirán para ninguna otra pieza. Hay que prestar atención también al material que tenga, ya que las metálicas pueden estropear superficies de gran delicadeza, como la porcelana de los lavabos o el inodoro.
Para la limpieza, hay que utilizar agua y lejía en una proporción específica. Por cada 490 ml de agua, añadiremos 10 ml de lejía para alcanzar los 500 ml. Esta mezcla puede usarse también para continuar con la desinfección y esterilización del resto de piezas del mobiliario, como la ducha, la bañera, el lavabo o el bidé. Lo importante es no compartir la esponja y el trapo, ya que es donde se acumulan los gérmenes.
Una vez se ha desinfectado, se debe aclarar con agua y secar con un paño que esté limpio. Para el asiento y la tapa, no se utilizará lejía sino jabón, y así evitar dañar el material con los gases que desprenden los productos químicos. Por este mismo motivo, si se ha utilizado para el interior del inodoro, se recomienda no bajar la tapa.
Desinfecta también las mamparas
La misma mezcla de agua con lejía puede aplicarse también para la desinfección y esterilización de las mamparas. No obstante, no es lo mismo la limpieza del cristal que la de la perfilería, que suele fabricarse en aluminio e incluso en acero inoxidable, con múltiples acabados.
El procedimiento para la perfilería será como hemos hecho hasta ahora; con un trapo se limpiará, para luego aclarar con agua y secar con otro trapo que esté limpio. Después, repetiremos el mismo proceso en las hojas de la mampara, pero para el acabado final aplicaremos un limpiacristales tradicional o una mezcla de agua con jabón, que habrá que secar bien para evitar que queden marcas.
Recuerda desinfectar los accesorios del baño
Además de las piezas del baño, como el lavabo o el inodoro, y aquellos elementos con los que hemos dicho que el contacto es mayor, como eran los pomos o los interruptores, también hay que desinfectar con regularidad todos los accesorios del baño. Aquí podemos incluir los toalleros, las jaboneras, los posavasos para los cepillos de dientes, etc. Si el material lo permite, pueden introducirse en el lavaplatos, de lo contrario se utilizará lejía o jabón, siguiendo las instrucciones que hemos indicado previamente.
Utiliza grifería electrónica o gerontológica
La mejor forma de evitar los contagios no es la correcta desinfección y esterilización de todos los objetos y superficies, sino utilizar un tipo de grifería con el que no haga falta entrar en contacto para activarlos.
Los grifos electrónicos, como el modelo Elegance de Grifería Clever, se activan al aproximar las manos, desde una distancia de 15 cm. Al retirarlas, el chorro de agua se interrumpe también de manera automática, por lo que en ningún momento hay que encontrar en contacto con él.
Otra opción interesante son los grifos gerontológicos, que son los que se utilizan en residencias y hospitales, como el modelo S12 Urban. Por su larga maneta, pueden activarse con el codo y así evitar tocarlos con las manos, que son el principal foco de infección.