¿Qué es la ecoeficiencia y cómo implementarla en mi hogar?

Conceptos como el cambio climático, la escasez de recursos o la contaminación medioambiental son cada vez más frecuentes en nuestro vocabulario, dada la situación actual del planeta. Por este motivo, las normativas relativas a la producción empresarial se han vuelto más exigentes. Pero también, desde el punto de vista de la ciudadanía, existen múltiples formas de reducir nuestro impacto. Por si no conoces el término, ¡hoy te contamos qué es la ecoeficiencia!

En qué consiste la ecoeficiencia

Antes de entrar a hablar de la ecoeficiencia, hay que tener clara la diferencia entre eficiencia y eficacia; dos conceptos que a menudo se confunden. Cuando se habla de eficacia, se hace referencia a la capacidad para realizar la acción o efecto que se desea. Sin embargo, en la eficiencia, esa capacidad incluye el emplear el menor número de recursos, entre los que puede figurar también el tiempo, que sea posible.

Por lo tanto, la ecoeficiencia se refiere al valor de un producto o servicio que ha sido producido por una empresa en relación con el impacto medioambiental que tiene durante todo su ciclo vital. Cuanto menores sean los recursos que se han empleado para ello, el tiempo de producción y el daño o impacto que pueda tener sobre el planeta, mayor será la ecoeficiencia.

El Consejo Empresarial Mundial para el Desarrollo Sostenible o World Business Council for Sustainable Development (WBCSD); una asociación mundial de la que forman parte más de 200 empresas enfocadas en el desarrollo sostenible, fue quien utilizó el término por primera vez. Lo define como la producción de bienes y servicios a un precio competitivo, de manera que puedan satisfacerse las necesidades humanas y mejorar la calidad de vida, al tiempo que se reduce durante aquella el impacto sobre el medioambiente y la utilización de recursos, de manera que pueda ser compatible con las capacidades del propio planeta.

Aunque como individuos no produzcamos ningún bien, también podemos participar en una forma de vida más eficiente y respetuosa con el planeta a través de sus elecciones. Por ejemplo, desplazarse en bicicleta en lugar de con un coche no solo evita la utilización de los combustibles fósiles, que son altamente dañinos y contaminantes, sino que además se reduce la emisión de dióxido de carbono.

Cómo podemos implementar la ecoeficiencia en nuestros hogares

Ahora que ya tenemos clara la definición del término, cabe preguntarse cómo podemos participar en ella dentro de nuestros hogares. Por suerte, existen multitud de opciones, desde las reformas que llevemos a cabo en casa hasta pequeñas acciones que pueden reducir el consumo de energía y el impacto medioambiental. ¡Vamos a verlas!

Aislamiento

En la actualidad, ya existen las viviendas ecoeficientes o sostenibles. Desde su diseño hasta su construcción, se busca utilizar el menor número de recursos, con un aumento del ahorro de energía y un consumo del agua racional. Pero, además, no se emplean productos que resultan tóxicos para el medio ambiente, y se reduce la contaminación en la medida de lo posible.

Así, estas viviendas tienen en cuenta la orientación para aprovechar la luz solar, se incluye ventilación cruzada, se instalan paneles termosolares, bajantes separadas y aislamiento en las paredes para reducir el uso de la calefacción durante el invierno. No obstante, si ya disponemos de una, algunas de estas medidas pueden llevarse a cabo realizando una obra. Todo depende de las necesidades de cada hogar y del presupuesto con el que se cuenta. No obstante, siempre se trata de inversiones que en el medio plazo permiten recuperar dicha inversión y pasar al ahorro mensual.

Caldera y grifería

Las calderas no solo se utilizan para obtener agua caliente sanitaria, sino también para poder disfrutar de la calefacción cuando llega el invierno. Dado que se encuentran casi en continuo funcionamiento, suponen un gasto elevado en cada hogar. Las normativas actuales exigen que en todas las viviendas nuevas se instalen calderas de condensación, que al reducir la formación de óxido de nitrógeno contaminan menos la atmósfera y además consumen menos.

Una opción para reducir el consumo en calefacción es la instalación de suelo radiante. Este sistema trabaja con agua a una temperatura más baja, máximo 45 ºC. En lugar de 70 ºC – 80 ºC que trabajan las instalaciones con radiadores.

Pero, además de la caldera, la grifería también repercute en el consumo de agua y de energía en una vivienda. Los grifos que incorporan tecnologías como la EcoClever logran reducir el caudal de agua sin por ello interferir en el confort, ya que resulta imperceptible. Sin embargo, la diferencia en la factura es notable, así como el impacto en el medio ambiente.

Los cartuchos EcoFlow de Grifería Clever reducen las oscilaciones de temperatura y, gracias a su cómoda maneta, permiten un recorrido progresivo para la regulación del caudal. ¡Pero aún te ofrecen más!

El cartucho EcoNature+ColdOpen no solo permite la reducción del caudal hasta en un 50%, sino que también cuenta con dos posiciones para la temperatura del agua. La central es una apertura en frío, por lo que se logra un ahorro energético al no activar el agua caliente por defecto innecesariamente.

Los productos de la gama ECOClever cumplen con la especificaciones para conseguir las diferentes certificaciones que garantizan la ecoeficiencia y la sostenibilidad, como son BREEAM®, LEED® y VERDE®.

Iluminación LED

A través de la iluminación también se puede contribuir con la ecoeficiencia de una manera muy sencilla. Hoy en día, la luz artificial es una de los gastos principales de una vivienda, además de la calefacción. Las luces LED tienen un consumo reducido; hasta un 95% menos que las bombillas tradicionales, y un 60% menos que las consideradas de bajo consumo. Pero, además, su vida útil es más larga, y solo es necesario adquirir estas bombillas y cambiarlas por las que ya tenemos.

Otras medidas sostenibles

Además de las mencionadas, existen otras medidas que podemos llevar a cabo en nuestro hogar para lograr la ecoeficiencia, y que hacen referencia a hábitos diarios. Por ejemplo,

Apagar todas las luces que no se estén utilizando y los aparatos electrónicos, en lugar de dejarlos con el piloto encendido.

Reducir la temperatura en el termostato de la caldera y la nevera.

Cerrar los grifos mientras nos enjabonamos y asegurarse de que ninguno gotea.

Recoger el agua de lluvia y utilizarla para regar y limpiar.

Evitar los productos desechables fabricados en plástico.

Verificar fugas de gas, agua y electricidad.

Separar los residuos y llevarlos a los contenedores o centros pertinentes.

Existen multitud de formas de aplicar la ecoeficiencia en nuestros hogares. Si quieres apostar por grifería de calidad, puedes consultar nuestros catálogos para más información. Y si quieres mantenerte al día en sostenibilidad y en productos de grifería de calidad, ¡síguenos en las redes sociales!

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