¿Ha llegado el momento de cambiar la grifería de tu vivienda y te preguntas si optar por un modelo similar o apostar por los últimos avances tecnológicos? ¡Hoy te ayudamos a tomar la decisión de elegir entre un grifo monomando o un grifo termostático! ¿Conoces sus diferencias?
Aunque es probable que seas consciente de cómo funciona la grifería tradicional, no está de más recordar cuáles son sus características. De esta manera, se resultará más sencillo comprender las diferencias con respecto a otros modelos.
Un grifo monomando puede ser monomando o bimando. Es decir, contar con una o dos llaves o manetas para la apertura y cierre del agua. Los que llevan dos resultan muy poco prácticos, pero han recobrado algo de popularidad en aquellas viviendas en las que la estética con aires rústicos cobra importancia. Con ellas, es necesario regular ambas para la obtención de la temperatura adecuada para cada momento.
La grifería monomando supone un avance considerable en cuanto al confort en la vivienda, ya que basta con desplazar esta de izquierda a derecha y de arriba abajo para regular la temperatura y la cantidad de agua en el chorro, respectivamente.
Cuando utilizan aireadores en la salida, el agua se mezcla con aire y se reduce la cantidad que sale de la primera. Así se permite economizar su uso y reducir en cierta medida el gasto y el desembolso económico.
Por último, existe una amplia variedad de modelos disponibles para todos los gustos. Desde cortes clásicos a otros muy modernos, con diseños redondeados o angulares y con multitud de acabados, más allá del tradicional cromado.
¿Y qué hay de sus inconvenientes? Pues con esta grifería no es posible controlar las variaciones en la temperatura, en particular cuando se produce la apertura de otro grifo dentro de la misma vivienda. Además, cada vez que se cierra, al abrirlo de nuevo será necesario volver a ajustar la temperatura. Por otra parte, no hay opción para reducir el gasto de agua o de energía de manera notable.
Ahora que tienes claras cuáles son las características de un grifo tradicional, te será más fácil valorar las ventajas que te ofrece un grifo termostático. ¿Y en qué consisten estos exactamente? Pues se trata de grifos en los que es posible regular la temperatura, así como la cantidad de agua que sale.
A diferencia del grifo clásico, cuenta con dos llaves, pero estas no están destinadas al agua fría y caliente. Por el contrario, una se encarga de regular la temperatura y la otra el caudal de agua. Al poder establecer ambos previamente, al abrir el grifo ya se obtienen ambos tal y como se desean, sin necesidad de esperar a que se ajusten.
Pero no solo el agua sale a la temperatura deseada al abrir el grifo, sino que se mantiene estable a lo largo de toda la ducha. El mezclador o grifo termostático mantiene estable la temperatura deseada ante cualquier oscilación de presión y/o temperatura de las tomas de suministro de entrada fría y caliente. Es decir, que no se ve afectado por el resto de la grifería cuando se abre o se cierra.
Por su gran precisión, son capaces de ahorrar hasta aproximadamente un 40% de agua con respecto a los grifos normales. Si sumas esta cantidad en cada ducha, a final de mes notarás una diferencia notable en tus facturas.
En cuanto a la estética, esta grifería también ha evolucionado y hoy puedes encontrar multitud de modelos que se adaptan a la perfección a la estética de tu cuarto de baño. En Grifería Clever, contamos con una amplia variedad de diseños de grifos termostáticos de creación propia. Fabricados con materiales de la más alta calidad y con una garantía de cinco años.
Si todavía tienes dudas con respecto a tu elección entre un grifo monomando y uno termostático, a continuación te dejamos las ventajas de estos últimos para que veas con mayor claridad las diferencias.
Por poco tiempo que pueda parecer, los segundos que debemos esperar cada vez que se abre el grifo y esperamos a que el agua salga caliente, la suma total implica varios litros de agua. Estos no solo son un gasto innecesario para el medioambiente, sino también para tu bolsillo.
¿Te ha pasado que estás disfrutando de una ducha relajante y de repente varía la cantidad de agua que sale y un hilo de agua hirviendo se cuela y te quema la piel? Es algo muy frecuente con los grifos tradicionales cuando se abre otro en la vivienda.
Con un grifo termostático, ¡puedes despedirte de esta desagradable, y peligrosa, situación! Como adulto, quizás no le des demasiada importancia más allá del confort. No obstante, cuando hay personas vulnerables en la vivienda, como mayores o niños y niñas, su piel puede llegar a sufrir una quemadura.
En un momento crítico a nivel medioambiental, tanto plantearse si participar o no en el ahorro de agua y de energía como ignorar por completo esta problemática son dos actitudes totalmente inaceptables en los tiempos que corren.
Si cada persona se ocupa de lo que puede hacer y busca estrategias que incrementen el ahorro o que al menos eviten el gasto desmesurado, la diferencia a nivel global sería abismal. Una manera de hacerlo es controlando la cantidad de agua que se desperdicia. Con la grifería termostática se marca el caudal y la temperatura exactas, por lo que se evita el derroche.
Además de las quemaduras por la apertura de grifos, estas también pueden producirse por una manipulación accidental de la manera. Más frecuente en niños y niñas de corta edad. Mientras juegan, pueden sujetar la llave de la temperatura y girarla, y llevar la temperatura al máximo. Para evitar que esto suceda, con el riesgo que conlleva, estos grifos incluyen un tope de seguridad que imposibilita que con un solo giro pueda elevarse la temperatura por encima de los 38º, generalmente.
Ahora que ya conoces las diferencias entre un grifo monomando y uno termostático, te invitamos a conocer la galería de Grifería Clever o nuestros catálogos de producto.