Ventajas de contar con un bidet en el baño
La última década se centró en reducir el mobiliario para ganar espacio. Ahora, vuelven los clásicos por sus ventajas. Te contamos por qué volver a apostar por el bidet en el baño.
Vuelta a los clásicos con el bidet en el baño
El debate durante los últimos años ha sido el de si debíamos cambiar la bañera por un plato de ducha. En este caso, las ventajas eran notables; más espacio en aquellos cuartos de baño de tamaño limitado, mayor comodidad al ducharse y la posibilidad de disfrutar de un mayor confort fruto de las innovaciones tecnológicas.
Ahora le toca el turno al bidet en el baño. Si bien habíamos apostado por eliminar esta pieza al haber caído en desuso, parece que las prioridades han cambiado. Siempre y cuando el baño sea espacioso, o si todavía no te habías deshecho de este elemento, es el momento de replantearse la decisión de dejarlo o ganar ese espacio.
Ventajas de tener un bidet en el baño
A continuación vamos a ver cuáles son las ventajas de mantener el bidet en el baño.
Menor uso de papel
El uso y abuso del plástico es una preocupación de nuestro día a día, donde vemos montañas de este material que se acumulan de forma descontrolada. En un intento de reducir el problema, se ha apostado por el papel como alternativa, pero esto también supone una gran presión sobre los bosques.
Con la instalación de un bidet en el baño, lo único que necesitarás es un poco de agua. Por lo tanto, tu consumo de papel se verá reducido drásticamente. Y si bien su precio puede no parecernos excesivo, hay que pensar que se trata también de los beneficios para el medioambiente. Por poco que parezca, es mucho más que no hacer nada.
Mayor higiene
No es necesario entrar en detalles. Igual que utilizamos la ducha para asearnos y mantener los niveles adecuados de higiene en el día a día, el procedimiento debería ser el mismo cuando usamos el baño. Se trata de una cuestión de cultura, y la nuestra, la occidental, decidió apostar por el papel a mediados del siglo XIX.
Como curiosidad sobre este invento, antes de él se usaban pieles de animales, plantas, arcilla o esponjas mojadas con agua de mar, en función de la civilización de la que se tratase. Un proceso un tanto aparatoso que se soluciona con un poco de agua.
Aquí habrá quienes se planteen si este incremento del gasto de agua no será contraproducente. Sin embargo, la respuesta es muy sencilla, y viene de la mano de la tecnología. Durante la ducha, tenemos una mayor tendencia a perder tiempo porque la experiencia resulta agradable. Pero en el bidet, esto no sucede porque vamos, como se podría decir, a tiro hecho.
Los avances en tecnología han permitido que ya haya grifos con reducción del caudal; es decir, que sale una menor cantidad de agua, que puede llegar al 50% del caudal, pero no hay una repercusión en el confort. De hecho, es prácticamente imperceptible que salga menos agua.
Facilidad para personas con capacidad reducida y menores
Aquellas personas con movilidad reducida pueden tener dificultades para maniobrar cuando van al baño. Al incorporar un bidet o una ducha higiénica, como el modelo Shattaf de Grifería Clever si no se dispone de espacio, las facilidades aumentan, puesto que solo deben abrir el grifo o activar el chorro.
Práctico para menores
Si hay niños y niñas de corta edad en la vivienda, tener un bidet en el baño puede resultarles de gran ayuda. Lo habitual cuando están aprendiendo a lavarse las manos o los dientes es que coloquemos una silla o un taburete para que puedan llegar.
Al disponer de este elemento en la estancia, no es necesario colocar nada, por lo que aumenta también la seguridad. Solo necesitan acercarse y podrán abrir y cerrar el grifo por sí mismos. De esta manera, se incrementa también su autonomía.
Apuesta por la calidad con Grifería Clever
Las ventajas de disponer de un bidet en el baño son múltiples. Pero si escoges tu grifería con Clever, los beneficios son todavía mayores. Nuestros productos no solo incorporan la tecnología que mencionamos que permite la reducción del caudal, conocida como EcoNature. Además, contamos con diversas certificaciones, como AENOR, ACS, BELGAQUA y UWLA.
Estas cuatro certificaciones garantizan estándares de calidad y seguridad en productos y servicios relacionados con el agua y la construcción. AENOR, de España, se centra en la normalización y certificación general; ACS, de Francia, asegura la conformidad sanitaria de materiales para agua potable; BELGAQUA, de Bélgica, certifica productos y sistemas de agua; y UWLA es una certificación internacional, menos conocida, pero de igual importancia en el ámbito del agua y el saneamiento.
Todas ellas aseguran que los productos que disponen de ellas cumplen con rigurosos estándares de calidad y seguridad. Por consiguiente, contribuyen a la protección de la salud pública y al uso responsable de los recursos hídricos.
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