La importancia de una instalación hecha por un profesional
Las consecuencias de un trabajo de baja calidad en una vivienda tienen un impacto mayor del que podamos pensar. Hoy recalcamos la importancia de contar con una instalación hecha por un profesional.
¿Cuál es la diferencia entre una instalación hecha por un profesional y una deficiente?
Aunque aplica a cualquier trabajo que se realice, nos centraremos en las instalaciones de la grifería en una vivienda o en cualquier otro espacio que cuente con ellas. Cuando estas las realiza un profesional, la primera garantía que se obtiene es la de que el funcionamiento será el correcto. Se seguirán las indicaciones que da el fabricante, se usarán las herramientas adecuadas y se verificará que las conexiones son herméticas para que no haya fugas de agua.
Por el contrario, cuando una instalación es deficiente, y sobre todo si no se cuenta con los conocimientos técnicos adecuados, las conexiones pueden quedar mal ajustadas y causar daños en la superficie de las piezas por usar las herramientas equivocadas. En Grifería Clever, contamos con grifos que llevan incorporado el sistema Superfix, un elemento antimovimiento que garantiza la fijación, como el modelo Alpina Right.
En la práctica, una mala instalación derivará en fugas de agua constantes. Estas pueden parecer insignificantes en un primer momento. Pero con el paso del tiempo, el consumo de agua terminará por incrementarse y se irán deteriorando todas las piezas. Sin embargo, cuando estas quedan bien selladas, los componentes trabajan de forma sincronizada y se evitan daños.
Por otra parte, la instalación hecha por un profesional permite ajustar la presión del agua para que sea la correcta y que así la experiencia del usuario siempre sea satisfactoria. Hay que tener en cuenta que, más allá de no aprovechar bien el rendimiento, el funcionamiento incorrecto reduce la vida útil y la eficiencia.
Impacto en la durabilidad y el rendimiento del sistema
La durabilidad de un grifo o de cualquier otro componente del sistema de agua está directamente relacionada con la calidad de su instalación. Un grifo que no está bien montado puede estar poniendo una tensión innecesaria en sus piezas internas. Por ejemplo, en las juntas o en los cartuchos. Cuando esto sucede, aumenta el riesgo de que se rompan antes de tiempo.
Si es una instalación hecha por un profesional de fontanería, conocerá las técnicas que se utilizan para que el agua pueda fluir de manera uniforme y sin obstrucciones. De este modo, se asegura la integridad de todo el sistema en el largo plazo.
Y es que los problemas no tienen por qué producirse de inmediato. Por lo general, los atascos y las fugas aparecen después de un tiempo. Además de repercutir incluso en la calidad del agua, este deterioro progresivo conducirá a una avería importante, en la que es probable que haya que terminar por cambiar la instalación al completo.
En cuanto al rendimiento, si la instalación es defectuosa, suelen aparecer ruidos, el caudal es irregular o puede haber incluso problemas con la apertura y el cierre del grifo. Aunque sean problemas menores, generan frustración en el uso e incrementan los costes de la reparación.
¿Cuál es la relación entre una instalación hecha por un profesional y la garantía?
Un aspecto que no se suele tener en cuenta a la hora de realizar la instalación de la grifería es cómo esta impacta en la garantía. Estas, como la que ofrece Grifería Clever en todos sus productos, es una vía para proteger la inversión realizada.
Sin embargo, para que estas se apliquen, suele ir sujetas a unas condiciones determinadas. Una de las más comunes es que el grifo haya sido instalado según las recomendaciones del fabricante. En el caso de realizarse un control, si el daño deriva de una instalación deficiente, la garantía pierde su validez. Esta se aplica a los problemas que puedan traer las piezas de fábrica.
Por tanto, si no es una instalación hecha por un profesional, el usuario deberá hacer frente a los costes de reparación y al reemplazo de las piezas. Optar por personal cualificado evita estos problemas, puesto que se suele entregar un comprobante o un informe del trabajo realizado. Este servirá para la reclamación de la garantía.
Otras repercusiones de la instalación
Además de todos los aspectos mencionados, una instalación hecha por un profesional afecta también a los elementos del entorno. Es decir, el mobiliario, el lavabo o el fregadero. Si, por ejemplo, se produjera una fuga de agua, el escape dañaría la madera de los muebles e incluso crear moho. Pero también afectaría a los lavabos y las encimeras. Más allá de un problema de estética, aumenta el coste de mantenimiento y de reparación.
Otro ejemplo es el de los electrodomésticos. Si la presión es inadecuada o la conexión no está bien hecha, se pueden producir averías en aquellos. Con la consecuente reducción de su vida útil y el gasto que implique la reparación.
Por todos estos motivos, en Clever recalcamos la importancia de apostar por una instalación hecha por un profesional. Se trata de una inversión inteligente que garantiza la durabilidad, el rendimiento y la seguridad del sistema de agua en el hogar. Además de evitar problemas como los mencionados, se estará protegiendo la validez de la garantía.