¿Pensando en reformar tu baño este verano? Elige grifería empotrada y gana espacio
El verano nos trae más tiempo libre. Y si bien se suele utilizar para disfrutar del clima y hacer actividades fuera de casa, también es buen momento para hacer dentro de esta los arreglos que tendemos a posponer. Por ejemplo, reformar el baño. Si llevas meses barajando la idea de ganar espacio y comodidad, puedes conseguirlo con pequeños cambios. Hoy te contamos qué es la grifería empotrada y cómo instalarla.
¿Qué es una grifería empotrada y por qué está de moda?
La grifería empotrada es aquella que, a diferencia de la tradicional que va roscada a las excéntricas, se coloca en la pared. Es decir, que todo el sistema queda oculto dentro de esta, y solo quedan a la vista los mandos y el caño o rociador.
Esta configuración tiene una ventaja estética evidente, y es que el número de elementos visibles se reduce al mínimo. Por tanto, se consigue una imagen más limpia y ordenada del baño. Es perfecta para quienes quieran apostar por un diseño minimalista, pero sin tener que renunciar a la funcionalidad.
Otra ventaja de reformar el baño para apostar por la grifería empotrada es que aumenta la sensación de amplitud. El simple hecho de quitar todos aquellos elementos que resultan voluminosos, hace que el espacio visual se amplíe. Es una solución que funciona bien en los baños pequeños.
Por otra parte, al tener el lavabo y la ducha una superficie plana y continua, la limpieza se vuelve más sencilla porque no hay recovecos. De este modo, se acumulará menos suciedad y menos cal, que a su vez, alargará la vida útil de las piezas.
Y desde el punto de vista del estilo, la grifería empotrada se adapta fácilmente a diferentes estéticas. Las líneas suelen ser sencillas y discretas, así que se adaptan a cualquier acabado y material. Esta versatilidad es también la responsable de que se trate de una tendencia en auge.
Ventajas prácticas para el verano
Más allá del diseño, reformar el baño para colocar la grifería empotrada tiene ventajas muy prácticas. Son las siguientes:
Menos salpicaduras
Una de las ventajas más evidentes es que se reduce el número de salpicaduras. Al estar integrada en la pared, la grifería empotrada evita que el agua rebote en los mandos. Por tanto, el entorno se mantiene seco, sobre todo en lavabos o zonas de ducha sin puertas.
Que haya menos charcos significa menos riesgo de resbalones y menos necesidad de limpiar después de cada uso. Además, al no tener partes sobresalientes, el agua fluye con mayor control hacia el interior del lavabo o la ducha.
Ideal para duchas abiertas o tipo «walk-in»
Las duchas abiertas o “walk-in” están cada vez más de moda, y la grifería empotrada encaja perfectamente en ese concepto de baño abierto, despejado y funcional. Si no hay grifos externos, se gana libertad de movimiento, que es lo que se busca en los espacios sin mamparas completas.
La instalación empotrada también permite colocar el rociador a mayor altura o integrar varios puntos de salida de agua. Por ejemplo, duchas de mano o rociadores superiores, sin saturar visualmente el espacio. El resultado es una ducha más cómoda, elegante y fácil de mantener.
Menor desgaste por exposición directa al agua
Como los componentes principales quedan ocultos en la pared, quedan menos expuestos a la humedad constante. Es decir, que habrá un desgaste menor por cal, óxido o cambios de temperatura. Es una ventaja importante en zonas donde el agua contiene mucha cal, típica en verano cuando se consume más agua. Además, al proteger la instalación, se alarga la vida útil del sistema y se reduce la necesidad de mantenimiento.
Recomendaciones Clever
Si estás buscando una solución fiable y de calidad al reformar el baño, Grifería Clever ofrece varios modelos de lavabo que encajan perfectamente en el estilo empotrado. Una opción muy recomendable es el conjunto termostático empotrado con rociador mural. Permite mantener la temperatura deseada constante sin variaciones.
También destacan los modelos monomando con cartucho cerámico, conocidos por su precisión, durabilidad y facilidad de uso. Este tipo de grifería reduce el consumo de agua y facilita el control del caudal y la temperatura.
En cuanto a los acabados, la apuesta más segura sigue siendo el cromo brillante, como nuestro modelo Rocket. Tiene un look atemporal y luminoso. Pero si prefieres algo más moderno y llamativo, apuesta por el negro mate, como el modelo Nexus. Ambas opciones se integran muy bien en estilos contemporáneos y son resistentes al desgaste. Todos estos productos están diseñados para el uso intensivo, con materiales de calidad y tecnología orientada al confort.
Instalación y mantenimiento
Un aspecto importante a tener en cuenta es que la grifería empotrada requiere de obra. Por ello, es una opción interesante si ya tenías pensado reformar esta estancia. Obtendrás un baño más despejado, fácil de limpiar y visualmente atractivo.
Además, los productos Clever están pensados para facilitar el mantenimiento y las piezas internas están diseñadas para ser accesibles sin necesidad de desmontar toda la pared. Es decir, que si hubiera que repararlas o sustituirlas, se puede hacer con rapidez. No obstante, esta grifería está pensada para durar muchos años.
Si este verano quieres reformar tu baño para ganar funcionalidad y estética, reinvéntalo con soluciones empotradas Clever. Mejora el confort, aprovecha el espacio y suma diseño con una solución práctica y elegante.